lunes, 30 de agosto de 2010

Nuevo bolso

Pues sí, tras darle muchas vueltas, al final necesito un bolso más grande, porque el bagaje requiere más equipo. He descubierto la liberación que supone escribir en una libreta para ordenar el pensamiento, asentar el desorden mental, y permitir que en el futuro pueda mirar con nostalgia los pensamientos que me acompañan. No es fácil cambiar el habito de darle infinitas vueltas a un tema interiormente, y exponerlas en un folio. De alguna forma, al dejarlas escritas, libero una parte de la carga que suponía guardarme mis divagaciones, puesto que el mantenerlos intangibles les da un poder mayor sobre uno mismo. El verlos plasmados te permite una nueva perspectiva, un nuevo enfoque, y sobre todo, permite de alguna forma ser más conscientes de lo que implican, tanto para lo bueno como para lo malo. Pero el enfrentarse a ellos no es malo, lo hacemos constantemente, lo que pasa es que no es tan evidente cuando sólo forman parte del pensamiento.

La palabra escrita supone, en muchos casos, poder compartir también esas ideas con otros, de una forma en la que no dependes de la memoria para recuperar esa hebra perdida que algún día atrajo tu pensamiento. Ya sea mostrándola sin más o releyéndote a tí mismo para poder recuperar el origen de todo.

Hasta ahora siempre he pensado que la única forma de ordenarme era hablando con los demás, puesto que expresarse tiene eso, que si no lo ordenas nadie te entiende :). Ahora me alegro de haber descubierto, gracias a una amiga, otro mecanismo para obtener el mismo fin, además de proporcionar otras ventajas adicionales (siempre está contigo, y nunca nunca te interrumpe XD).

jueves, 26 de agosto de 2010

El desafío de Aristóteles

"Cualquiera puede enfadarse, eso es algo sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo"

Aristóteles, Ética a Nicómaco

miércoles, 25 de agosto de 2010

Redirección

Pocas cosas se pueden mentar que no afecten a la senda que recorremos de alguna u otra forma, ya somos nosotros los que debemos de decidir que hacer con ello (patalear, quejarnos, construir, mejorar, ....). Nos lo podemos tomar de muchas formas, y como siempre los cambios implican adaptarse. Aceptarlos conlleva un esfuerzo, y redirigirlos a algo productivo un esfuerzo aun mayor.

viernes, 13 de agosto de 2010

Cimientos

Toda construcción sólida comienza por los cimientos, y si estos no son buenos se caerá. Pues teniendo esto en cuenta, no hay que desaprovechar el tiempo que pasa antes de comenzar a hacer una casa sin mejorar esos cimientos en ese tiempo. Las circunstancias han querido que sea así, y como buen albañil de casas que espero ser, no perderé la ocasión.